Lleva tiempo curar un corazón.

En el suelo del tiempo escribimos los garabatos que llamamos historia. Sentimientos escritos en garabatos, momentos vividos de alegrías y dolor. Pensamientos y frases. Bienvenido a mi mundo, donde toda la gente sonríe en el mismo idioma, donde la sencillez enamora, los besos se dan con ganas, las verdades se gritan a la cara y los abrazos, se dan por la espalda. Si te sientes cómodo con eso, entonces quédate.
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jueves, 9 de enero de 2025
domingo, 28 de mayo de 2023
domingo, 9 de agosto de 2020
lunes, 20 de julio de 2020
sábado, 29 de febrero de 2020
Nada vale la pena en este mundo como para que tus ojos derramen lágrimas. -Ámate Mujer.
sábado, 1 de febrero de 2020
Te he escrito una carta. No tiene tu nombre grabado en ella, pero sé que sólo tú la entenderías, porque habla de la historia de dos locos que se quisieron en el momento incorrecto.
Escribí sobre cómo me rompiste el corazón, la forma en la que estuve llorando mientras pensé que iba a morir; no morí, por supuesto.
Así que ahí está esa carta, esperando a que la leas. Esperando a que por un segundo quieras acordarte de la chica que te entregó un corazón íntegro y recibió migajas de tu parte.
sábado, 2 de febrero de 2019
Y si me perdiese hoy, ¿volverías a buscarme?
Siempre recordarás a esa persona, volverías a buscarla solo por no dejar esa parte de ti en el camino, aunque quizás fuese más cómodo y seguro seguir sola pero no.
A nadie le gusta sentir que hemos dejado parte de nosotras mismas atrás… Y si me perdiese hoy, ¿volverías a buscarme?
sábado, 22 de noviembre de 2014
martes, 26 de agosto de 2014
Te invito a que me acompañes en descubrir sueños, ilusiones perdidas, senderos abandonados, paredes derrumbadas, alas rotas tratando de ser aliviadas corazones tratando de latir nuevamente.
¿Qué tan difícil, puede ser nuevamente recuperar el brillo de amor?
lunes, 4 de agosto de 2014
La última vez que hable con mi corazón estaba muy enfermo, llorando me pidió que le dijera a mi cerebro que ya no más, que diera la orden inmediata de olvidar
He dejado de ser, he dejado de estar, he dejado la pasión y el amor a un lado pero mi esencia no permite que tu recuerdo se aleje. Cada vez que te siento cerca, cada vez que tu voz me recuerda cuanto te amo, cada vez que tu risa me saca de aquel espacio indeterminado de tiempo que había creado para bloquear el dolor y bloquear este amor, este amor que duele, este amor a ratos quema, que me hizo feliz pero que desapareció en un abrir y cerrar de ojos.
Cada vez que tu presencia se apodera de mi cuerpo y vuelve hacerme vibrar en las noches, es ahí donde comprendo que aun no puedo dejarte ir, que aun no quiero dejarte ir, que mis anhelos de ser feliz son más fuertes que mi dignidad o que mi fuerza de voluntad.
Cada vez que tu presencia se apodera de mi cuerpo y vuelve hacerme vibrar en las noches, es ahí donde comprendo que aun no puedo dejarte ir, que aun no quiero dejarte ir, que mis anhelos de ser feliz son más fuertes que mi dignidad o que mi fuerza de voluntad.
La última vez que hable con mi corazón estaba muy enfermo, llorando me pidió que le dijera a mi cerebro que ya no más, que diera la orden inmediata de olvidar... Mi corazón dejó de latir ese día, se convirtió en un trocito de dolor, duro y sin sensibilidad, y fue solo hoy que emprendí que algo lo estaba despertando, algo que no es lo que él espera, pero yo, al igual que ella, me aferro de cualquier muestra de cariño, de cualquiera que me ofrece una caricia, un poco de amor, y con eso quiero llenar el vacío que me dejaste, ese frío, ese dolor.
El cuerpo me duele, el recuerdo de tus caricias hace daño, tus labios queman en mi piel, en mis labios, en mi sexo, en mi alma... Quema la sensación de vacío, duele el comprender que he dejado de ser...
viernes, 2 de mayo de 2014
La distancia no la pone la geografía, sino los corazones que no saben amar.
Siempre quise tener la oportunidad de deshacerme en el deseo de escribirte. Sé que eres un nombre, abstracto, sin cuerpo y sin alma. Pero lo cierto es, que de todos los sustantivos abstractos tu eres el único que se encarga de separar, hacer y deshacer a familias, amigos y relaciones.
Sólo tú te encargas de poner kilómetros de por medio, de preservar, o no, ese vínculo entre dos personas, en el mismo punto donde lo dejaron, de afianzar las, o de disociar las. Son kilómetros, kilómetros de distancia los que me han separado de él durante estos meses. Es por eso, que una vez comprendida la percepción de la pareja en la distancia, desde una etapa más madura de mi vida, he podido comprender que no eres tú quien las separa, sino nosotros mismos.
No eres tu, distancia, la que produce el desafecto, la que crea la frialdad con la que dos personas que tanto se han querido puedan llegar a mirarse. No es tu cometido el de distar, ni el de jugar a degustar sabores amargos bailando las noches con música de soledad, imputando anhelos de promesas incumplidas, sinsabores, tristezas y melancolías. Quien piense que eres tú, quien crea que eres la culpable es que no conoce el amor de cerca.
Sólo queda un mes para que él venga aquí, y se quede. Y tú, más que enemiga, te has convertido en mejor amiga. Porque gracias a ti, hoy se retoman las cosas con más fuerza de la que antes teníamos antes de que tu te interpusieras en nuestros caminos. Te llamaré, no lo dudes, para tomar café. Y así te cuento novedades.
Un beso,
lunes, 6 de enero de 2014
Hay momentos en la vida en los que parece que el corazón se te fuera a romper en mil pedazos.
Hoy, desde luego, tengo claro la que pediría: una vez que nos encontramos ante una situación inevitable y terriblemente dolorosa, me encantaría tener una varita mágica que proporciona consuelo.
Hay momentos en la vida en los que parece que el corazón se te fuera a romper en mil pedazos. Yo he pasado algunos de ellos. Incluso parece que se rompe de verdad, se llega a sentir hasta ese peligroso pinchazo síntoma de que algo malo está ocurriendo dentro de nosotros.
Y lamentablemente, cuando nuestro corazón se rompe y a pesar de que ahora hay pegamentos maravillosos, nunca somos los mismos el corazón sigue latiendo e incluso podemos seguir con la misma vida… pero dentro llevamos una cicatriz, un vacío, algo roto que, muchas veces, cuando nadie nos ve, y a pesar del tiempo pasado, nos hace llorar.
Y cuando tú has vivido una rotura de corazón. Y lo has pegado, y sentido lo que cuesta hacerlo, y visto cómo después de esto nunca vuelves a ser tú, desearías que nadie a quien quieres tuviera que pasar por ello.
Y es entonces cuando te sientes impotente, perdido, sin saber qué hacer… Es por eso por lo que yo hoy he buscado al genio de la lámpara… ese que me dará la varita mágica del consuelo al corazón…
miércoles, 18 de septiembre de 2013
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