En el suelo del tiempo escribimos los garabatos que llamamos historia. Sentimientos escritos en garabatos, momentos vividos de alegrías y dolor. Pensamientos y frases. Bienvenido a mi mundo, donde toda la gente sonríe en el mismo idioma, donde la sencillez enamora, los besos se dan con ganas, las verdades se gritan a la cara y los abrazos, se dan por la espalda. Si te sientes cómodo con eso, entonces quédate.
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sábado, 20 de junio de 2020
martes, 12 de mayo de 2015
Hace un frío hiriente, el viento corta mi piel con leves caricias, pero esa sensación me encanta, es otra prueba de que estoy viva.
Esos rostros que no dicen nunca nada y hablan de todo por los codos. Intereses callados que se muestran en cada acto, las mismas conversaciones de siempre, el mismo tema sonando me cansa, me aburre, pero ahí sigo, esbozando mi sonrisa torcida y deseando que acabe la noche.
Vuelvo a casa y antes de meterse en la cama. Vacía la cama, me acarició las heridas. Sonrío pues, de nuevo, me siento viva. Todo lo demás, la gente, los amigos, los paisajes, la música me resulta indiferente, me hacen sentir lo de siempre: vacío.
martes, 3 de febrero de 2015
domingo, 2 de noviembre de 2014
Ella sabe que sus alas son más fuertes y que el cielo es aún posible... pero espera.
Las flores llegaban y se marchitaban por el clima de un recuerdo, un recuerdo vestido de una frase hiriente, un recuerdo de una carta con destino ajeno.
Su inapetencia a lo que un día fue lindaba con la amargura de un reproche ante un error, su sonrisa era una fotografía y su silencio se confesaba ante el reflejo de un espejo cuya imagen sólo ella veía.
Ella un ángel con las alas aún heridas, caminaba porque no quería intentar volar, su consuelo era esperar que se ocultase el sol para que la luna la abrazara, su confianza se basaba en la coraza que ahuyentaba el frío...pero también el calor. Su ilusión vestía de miedo.
Y sus alas fracturadas serían sanadas por el tiempo y sus alas aún heridas le pedían que ella vuele, más temores a una decepción la mantenían en el suelo y esperaba aun sumisa al designio del destino.
Ella puede, si intentase, enamorarse de la dicha. Respirar junto a su anhelo y empaparse de un delirio. Ella sabe que sus alas son más fuertes y que el cielo es aún posible... pero espera.
domingo, 5 de octubre de 2014
Para que todo rió retome su cauce, hay que dejar el agua correr, entre las orillas del tiempo y del destino....
Miré para mis sonrisas futuras y las alegrías pretendidas, y las coloqué en un jarrita, bien ordenaditas. Saqué todo del armario y lo fui tirando al suelo. Pasiones escondidas deseos reprimidos. Heridas de un amigo, recuerdos de un día triste. Pero también encontré otras cosas y muy bellas: Un pajarito cantando en mi ventana, aquella luna color plata, el poner del sol. Me fui encantando y distrayendo, mirando cada uno de aquellos recuerdos.
Arrojé en el cesto, los restos de un amor que me hirió. Tomé las palabras de rabia y de dolor que estaban en el estante, las tiré en el mismo instante. !Otras cosas que aún me hieren... veré que haré con ellas.! Fue en aquella gaveta en la que uno guarda lo que es mas importante, el amor, la alegría, las sonrisas, un dedito de Fe, para los momentos en que necesite. Recogí con cariño el amor encontrado, doblé ordenaditos los deseos, coloqué perfume en la esperanza, pasé un pañito en el estante de mis metas, y las dejé a la vista, para no olvidarlas.
Coloqué en los estantes de abajo, algunos recuerdos de infancia. En la gaveta de encima, las de mi juventud y colgado bien a mi frente, coloqué las de mi capacidad de amar y principalmente las de RECOMENZAR. Para que todo río retome su cauce, hay que dejar el agua correr, entre las orillas del tiempo y del destino.
domingo, 20 de julio de 2014
miércoles, 18 de septiembre de 2013
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