Cuando ni docenas de cuerpos te sean compañía quizás te acuerdes de mí.

Cuando notes que no debías seguir buscando opciones sino probar las que tenías. Cuando rompas el esquema que te ahoga y respires aire que verdaderamente te enfrié las entrañas. Cuando necesites volver el tiempo atrás. 

Cuando veas que ese mañana había sido hoy y que impusiste un ayer que inventó una fábrica de excusas. Cuando no tengas a quién bañar en tus culpas. Cuando ni docenas de cuerpos te sean compañía.

 Cuando ya no sepas con qué justificar tan fuertes atentados a un corazón. Quizás te acuerdes de mí. Y es cuando sin ayuda ni consejos de ninguno vas a saber responder porqué ya no estoy ahí.