Esas citas en las que sin pensarlo dos veces podíamos hacer lo que nos placía en cualquier lugar de esta pequeña ciudad.

Cariño:

Despiértate a mi lado. Acaríciame, tócame, muérdeme, bésame, quédate junto a mí esta noche y todas las demás. Extraño esas llamadas nocturnas nuestras, esos abrazos inesperados, esas mordidas para "marcar territorio", esas citas en las que sin pensarlo dos veces podíamos hacer lo que nos placía en cualquier lugar de esta pequeña ciudad. 

Hoy sin ti todo es oscuro, nos dejamos y empecé a notar que el mundo ya no era de colores, te los habías llevado tú. Quiero perderme de nuevo en tu aroma, sentir mi cuerpo bajo tu peso, enredarme en tus sábanas, escuchar los latidos de tu corazón acelerado después de nuestras inolvidables carcajadas; quiero dejar de mirar los lugares por los que solíamos pasar con lágrimas contenidas, viendo un holograma de nosotros dos siendo felices en ese preciso momento, quiero tanto, te quiero a ti, pero dime amor, ¿Qué quisiste tú cuando todo lo que me hiciste creer solo fue actuación para utilizarme? Siempre te dejo en estas cartas un poco de mis garabatos.