Y me encuentro abandonada en este cuarto rodeada de inseguridad, mas allá de mis esperanzas por alcanzar mis sueños, sin darme cuenta que soy la única responsable de mi destino.
Quiero mirar un día al horizonte y sentirme satisfecha de haber trazado el camino correcto. Quiero ser yo misma, pero no lo consigo, trato de buscar la felicidad plena, y no me doy cuenta de que no existe. Se trata de caerte, cien, doscientas o quizás mil veces y levantarte.
Días en los que pienso que soy desgraciada por no tener a quien yo mas deseo, a causa de esto derrocho mis lágrimas sobre mis ojos tristes lamentando día tras día que no te tengo. Es la realidad y es hora de afrontarla, por desgracia me siento demasiado débil y triste como para hacerlo...
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